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martes, 30 de diciembre de 2014

La soledad del escritor

Muchos, como yo, se enfrentarán a este tipo de situaciones al escribir o al terminar de hacerlo...
Hablo de ese momento, cuando la obra o relato sale a la luz, ya sea en forma física u online. Ese lapso de tiempo donde crees estar suspendido en una nube espectante por la reacción de tus lectores.
Pero claro, a veces nunca llega lo que esperamos, lo que añoramos; y nos quedamos frente a un muro del que sabemos, jamás habrá respuesta:

El escritor ilusionado, está sentado frente a la pared, se recoloca en la silla y se dispone a hablarle.
-Y bien, ¿te gusta? ¿lo odias?
-...
-He vertido todas mis ilusiones en este relato. He pasado noches sin dormir intentando que todo salga perfecto. Me he dejado los ojos para que los tuyos no se vean afectados por lo que yo escribo. Sólo necesito tu opinión, me da igual si me dices que es una mierda, eso me ayudaría a hacerlo mejor.
-...
-Por favor, sólo pido una reacción. Saber que ha llegado a algún sitio.
-...
-Sólo... sé que debería sentirme bien si me gusta a mí el resultado pero ¿para qué mostrarlo al mundo si no hay alguna reacción?
-...
-Respóndeme, es triste.
-...
-...

Sí, sé que muchos compartirán y se sentirán identificados con esto. Lo sé. Es la soledad que acompaña al escritor. Quizás sea la única que nos es fiel para siempre.